Las consecuencias de la decisión de la convención liberal pueden desembocar en más división, según señalaron legisladores que cuestionan la legalidad de la remoción de Efraín Alegre.
La preocupación dentro de las filas del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) está latente luego de que la mayoría reunida en convención decidiera quitar de la presidencia a Efraín Alegre, acción que muchos califican de desacertada e ilegal. Para varios legisladores, el futuro que le espera al partido dividido en dos es desalentador e, incluso, puede quedar partido en más vertientes si persiste el ánimo revanchista por sobre el diálogo.
Los liberales ahondaron en su división en la última convención dado que la decisión de una mayoría no es reconocida por Efraín Alegre y su grupo, quienes consideran que la máxima asamblea no tenía facultades para removerlo. En cambio, aprovechando esa mayoría quedó al frente de la institución Hugo Fleitas, quien reivindica la legalidad del acto.
Ante esto, los legisladores reaccionaron y consideraron forzosa y no ajustada a derecho la decisión de la Convención. Cuestionan, además, que Fleitas, aliado al dionisismo y llanismo, respectivamente, no haya medido las consecuencias, ya que consideran que el partido ahora sí está oficialmente dividido.
“Yo lo advertí incluso antes de la convención, que el Partido podría quedar dividido no solo en dos, sino en tres o más tal como ya pasó en el año 1977”, sostuvo Eduardo Nakayama.
Además, consideró que el PLRA fue el último partido opositor al que dividieron, pero no el único, dado que también “lograron dividir el Encuentro Nacional, Patria Querida, Cruzada Nacional y ahora oficialmente el PLRA”.
Añadió que “tomarán con dinero o por asalto lo que puedan, pero jamás el corazón de los verdaderos liberales ni de la ciudadanía que quiere un cambio”.
El novel senador lamentó que se hayan impuesto “la venganza y el revanchismo” en esta ocasión y apuntó al “cartismo y sus satélites” como los directos responsables.
Por su parte, el senador Salyn Buzarquis también consideró que la salida de Efraín fue irregular. Reconoció no coincidir con Alegre, pero menos con la medida impuesta por sus detractores. “Puedo discrepar con Efraín, pero lo que hicieron es ilegal porque en ninguna parte del estatuto dice claramente ni tibiamente que se puede destituir al presidente del partido porque no existe la figura del juicio político”, remarcó.
Un total de 319 de 325 convencionales presentes en el momento que se votó la remoción de Alegre consideraron que la gestión y por sobre todo los fracasos electorales eran suficientes causales para sacarlo de la presidencia.
Yo lo advertí incluso antes de la convención, que el Partido podría quedar dividido en tres o más como pasó en 1977.
Eduardo Nakayama, senador del PLRA.
Lo que hicieron es ilegal porque en ninguna parte del estatuto partidario dice que se puede destituir al presidente. Salyn Buzarquis, senador del PLRA.
Fuente: Diario UH