Monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, bendijo a las madres en su día y pidió a sus hijos abrazar y dar cariño siempre a aquella mujer que los amó incluso desde antes de nacer.
Con una serenata y un largo aplauso, en la misa dominical de la Basílica Santuario de los Milagros, monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, rindió un homenaje a todas las madres del país por su día.
El religioso recordó especialmente a las mamás que luchan en medio de precariedades y desigualdades para criar y alimentar a sus hijos, a quienes se encuentran tristes, afligidas por un hijo en problemas o porque su compañero la abandonó y debe cuidar sola a su hijo.
En su mensaje y bendición final tras la homilía, monseñor Valenzuela recordó que la madre es quien nos regala la vida y nos inserta en la historia humana.
‘‘Como seres humanos somos producto de la unión de dos personas; una de las cuales nos engendró y nos crió. Ambas tareas sumamente complicadas, porque criar significa amar antes y después de nacer, orientar a respetar, dar confianza’’.
Destacó que todo hijo o hija de buen corazón tiene cada 15 de mayo un día muy especial para dedicar su gratitud, tenga o no los medios para ofrecer un reconocimiento. Insistió en que los hijos deben ser agradecidos, cariñosos y cariñosas, ya que esto muchas veces es suficiente para las mamás que comprenden la situación apretada que pueden estar pasando sus hijos, especialmente después de este tiempo de la pospandemia que desmembró a muchas familias.
Teniendo en cuenta que muchos hijos ya no pueden compartir el Día de la Madre con esa persona tan especial, monseñor Valenzuela recordó a quienes sí tienen esta bendición, que un abrazo de la madre vale más que cualquier regalo costoso, o una larga compañía, unas horas largas, sin hacerla sentir segundona por la impertinencia de las llamadas al celular que suena sin parar estando ella al lado.
‘‘Por eso mi respeto y aprecio profundo a todas las madres y en especial a quienes luchan en medio de precariedades y desigualdades injustas para criar, alimentar a sus hijos’’, indicó.
A todas las madres del país, el obispo les recordó que nos llenan de alegría y admiración. ‘‘Que Dios las bendiga siempre, les dé larga vida y nos eduquen para que seamos buenos ciudadanos de esta nación’’.
La misa central de Caacupé recibió la visita de muchísimos fieles, especialmente de madres que arribaron a la Villa Serrana con su familia, aprovechando el feriado. Al término de la homilía se les dedicó una serenata que estuvo a cargo del grupo Lalo y los Descalzos.
Tras dos años, hijos pudieron saludar a mamás en cementerios
La visita y el homenaje más esperado. Flores de todos los colores volvieron a adornar ayer las tumbas de los diferentes camposantos en el Día de la Madre, después de dos años de prohibiciones por la pandemia del coronavirus.
Hijos, nietos y esposos de distintos puntos del país visitaron los cementerios para saludar a su madre. El cementerio de la Recoleta fue uno de los camposantos que recibió a muchas personas.
Desde muy temprano y hasta la tarde, los camposantos permanecieron abiertos.
En 2020 y 2021, el Día de la Madre coincidió con las dos primeras olas de la pandemia. Por protocolo sanitario, los cementerios no podían permanecer abiertos y la despedida en los entierros eran limitados.
Este año muchos hijos que perdieron a su mamá a causa de la pandemia llegaron para honrar la memoria de sus progenitoras.
Fuente: Diario UH